- Haiti o Haitile, en lengua taína significa ( Colina, Tierra alta o de Montaña). Esta extensa región nor-oriental de nuestro país, esta constítuido por un conjunto de mogotes o colinas, con alturas que oscilan entre 40 y 380 metros.
Los Haítises reunen una serie de atributos que no tiene ninguna otra región de país, tiene una pluviometría muy alta, esta desempeña un papel en las condiciones micro y mesoclimáticas que influyen en la distribución de las lluvias en santo domingo,el valle del cibao, la cordillera central y el resto de país.
En toda la región de los haítises, se acumulan inmensos volúmenes de agua en el subsuelo, debido a la porosidad de las rocas de origen coralino que conforman su estructura física.
FLORA.
La vegetación natural de los Haítises es muy rica y variada, la cual esta representada por un bosque latifoliado (Hojas anchas), en cuyo interior se pueden observar una gran cantidad de helechos, árboles de todo tipo y género, la presencia de árboles de madera preciosa, tales como caoba y el cedro, los bosques de mangles son de gran relevancia, abarcando una superficie de 98 kilometros, con masas continuas y aisladas.
FAUNA.
La fauna de los Haítises es muy variada, debido a la diversidad de ambientes y hábitales incluidos dentro de sus limites. En el parque habitan la jutía, el solenodonte, las aves constituyen un grupo muy rico con la presencia de 110 de las 230 reportadas para el país, 78 de las cuales son residentes y 13 endémicas.
Antes de apresurar una respuesta es preciso respirar profundo, montarse en una barca y penetrar por un túnel mágico que conecta horizontalmente el cielo y la tierra, caprichosamente entretejido con ramas y raices del mangle rojo, en medio de las cuales se disputan todo el espacio disponible los reicongos garzones, pelícanos y tijeretas.
Con tan solo un poquito de curiosidad, se pueden apreciar fenómenos realmente increibles, basta con abrir los ojos en medio del paraíso, no damos cuenta de lo que podemos percibir con nuestros sentidos , comenzando con el recorrido que hacemos con el bote, mientras atravesamos el inigualable camino que forman los mangles, no paramos de mirar de un lado a otro, viendo como plantas y animales se adaptan entre sí para crear un magnífico ecosistema.
Cuando entramos en la bahía y te das cuenta inmediatamente que allí es donde quieres estar, no paras de preguntarte como fué la vida de las personas que habitaban en los Haítises, con sus cuevas, sus grandes bosques, y su maravillosa bahía. Todo esto se mezcla con un horizonte semicircular acolchado de verde y azul, matizado por colinas que compiten en belleza y diseños caprichosos para dejar claro que es una obra maestra de la naturaleza y que debemos de estar orgullosos de tenerla.
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